La incertidumbre y el miedo persisten entre los migrantes mexicanos tras dos semanas de operativos contra la migración irregular.
A dos semanas de que la administración Trump comenzara su campaña intensiva contra los migrantes irregulares, el temor sigue latente en las comunidades mexicanas que residen en Estados Unidos. Guillermo Farner, originario de Jalisco y residente en Pensilvania, compartió con Notisistema cómo la incertidumbre está afectando profundamente la vida diaria de los migrantes.
Farner, quien ha sido testigo directo de los cambios en el comportamiento de las autoridades, explicó que aunque ya se ha comprendido que las deportaciones son una realidad, lo que sigue preocupando es la forma en que se están llevando a cabo los operativos. “Ya hemos entendido que sí va a haber deportaciones, que sí vamos a tener que abrir las puertas si llega la Policía de Migración, no vamos a poder detenerlos”, relató. Sin embargo, agregó que la situación ha ido más allá de los operativos oficiales, señalando que en algunas áreas de Pensilvania, especialmente en Filadelfia, ya se sienten los efectos de la discriminación racial. “En las calles ya se siente la discriminación, porque ya los policías, no tanto aquí en la ciudad de Harrisburg, pero en Filadelfia ya están haciendo detenciones solo por el hecho de verlos latinos”, afirmó.

El miedo a ser detenido sin justificación alguna también ha alcanzado a los niños, ya que las autoridades escolares están comenzando a pedir documentación a los estudiantes. Algunos padres han reportado que incluso los camiones escolares han comenzado a portar letreros indicando que ya no se hablará español en las rutas escolares.
Este tipo de medidas, que generan un ambiente de miedo y desconfianza, ha alterado la vida cotidiana de los inmigrantes mexicanos, quienes se sienten cada vez más vulnerables. La situación, lejos de calmarse, parece intensificarse, y la comunidad mexicana se enfrenta no solo a la amenaza de ser deportados, sino también a un creciente sentimiento de hostilidad por parte de algunos sectores de la sociedad estadounidense.
La incertidumbre sobre el futuro de miles de migrantes irregulares sigue siendo una preocupación constante, mientras las redadas y las políticas migratorias continúan causando estragos en la vida de las familias mexicanas que han hecho de Estados Unidos su hogar.