A partir del lunes, Estados Unidos exigirá a todos los viajeros que se ingresen al país vía aérea que presenten una prueba negativa de coronavirus, 24 horas antes a su vuelo, independientemente de su estado de vacunación o país de salida, con el objetivo de frenar una posible propagación de la nueva variante ómicron de Covid-19.
Por el momento se descarta que los viajeros tengan que permanecer en cuarentena cierto tiempo tras su llegada o someterse a otra prueba de coronavirus a los dos o tres días de pisar suelo estadounidense, tal como se había anunciado hace unos días.