El Papa Francisco se reunió de manera privada con el principal líder religioso chií, el ayatolá Ali Al Sistani, en Irak.
Se trata de un gesto considerado histórico en las relaciones entre el Vaticano y el islam.
Sólo se pudo ver a Francisco que entró en la modesta casa del líder islámico rodeado de las fuerzas de seguridad.
Se trató del primer acto de la jornada del Papa, que este viernes llegó a Irak para una visita de tres días.