Los abogados del ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, iniciaron la defensa del republicano por su presunta implicación e incitación a los disturbios del 6 de enero pasado en el Capitolio.
Tres semanas después de abandonar la Casa Blanca, el ex mandatario debe apoyarse en un equipo de abogados para defenderse de las acusaciones de los demócratas.
La defensa legal ha convencido a Trump de que es más conveniente permanecer callado que correr el riesgo de decir algo explosivo que desate la furia de los senadores, como repetir sus denuncias infundadas de un fraude electoral.