La cantidad de gases que emiten los residuos y corrientes de viento han complicado las labores de sofocación; a pesar de ello y gracias a la participación de Protección Civil del Estado y de los municipios de Ahuacatlán, Jala e Ixtlán del Río, el siniestro se encuentra casi extinto.
Es indispensable continuar previniendo incendios de esta índole, y así evitar daños ecológicos a nuestro entorno.